DESARROLLO LECTO-ESCRITOR Y ROBÓTICA EDUCATIVA


Son diversos los recursos de robótica educativa existentes para los primeros niveles educativos, pero el recurso estrella en las aulas de educación infantil sigue siendo “el robot de suelo”.  Aunque no es un robot, en el sentido estricto, ya que no incorpora sensores que les permitan actuar de manera inteligente en función de la información externa recibida, tienen tres puntos fuertes a nivel educativo que le convierten en el más utilizado en esta etapa.

a) Facilidad para la vinculación curricular.
b) Favorece el desarrollo del pensamiento computacional.
c) Facilita enormemente la integración de la lateralidad y el desarrollo de la orientación espacio-temporal.

Será precisamente este tercer aspecto el tema central de este artículo, aunque antes de desarrollarlo veremos de manera sucinta los dos primeros.
a) Facilidad para la integración curricular. A través del desarrollo de diferentes narrativas en torno a alfombras/tapetes didácticos por los que el robot deberá de desplazarse ejecutando la secuencia de programación (algoritmo) creada. De tal manera que los alumnos tendrán que poner en juego tanto sus conocimientos curriculares sobre los que verse el tapete didáctico (atributos lógicos, medios de transporte, letras, etc…) como conceptos básicos sobre programación, creando la secuencia lógica y el programa que haga que el robot solucione el reto planteado. 




Nuestro “robot” quiere viajar estas vacaciones a un destino lejano y necesita utilizar un medio de transporte aéreo… Crea la secuencia lógica e introduce el programa para que el robot …


b) Favorece el desarrollo del pensamiento computacional, ya que el robot puede ser programado y serán los alumnos quienes deberán escoger los comandos de programación que forman parte de la secuencia lógica de programación y del programa que el robot deberá ejecutar en un orden concreto (algoritmo), rectificando (depurando) el programa, en caso necesario, para corregir u optimizar su programa.

Introducir el pensamiento computacional en las aulas, significa introducir un método de resolución de tareas o problemas mediante una secuencia ordenada de pasos. 
Aprendiendo por ensayo- error, paso a paso. Si un paso no da el resultado buscado se rectifica y se vuelve a secuenciar.



Abriendo la competencia de aprender a aprender de los alumnos a la visión computacional, que consiste en analizar el contexto como una sucesión de hechos, iniciando el análisis de un problema en términos de algoritmo, con independencia de la índole del problema al que nos enfrentemos.

Tratados los dos primeros aspectos y teniendo en cuenta que el robot se desplaza por una especie de cuadrícula que ayuda a la organización espacial del alumnado, y se programa a través de comandos direccionales, pasamos al tema central del artículo

c) Facilita enormemente la integración de la lateralidad y desarrollo de la orientación espacio-temporal favoreciendo con ello diversos procesos cerebrales relacionados con el aprendizaje. 

La lateralidad es mucho más que la mera preferencia sensorial o motora de una parte de nuestro cuerpo. Es una función de gran complejidad que posibilita la orientación en el espacio y en el tiempo, y por tanto que nos permite asimilar y comprender los códigos escritos (letras y números) que son el medio principal por el que el alumno adquiere los aprendizajes escolares. Sin una buena organización lateral el niño no es capaz de percibir si la escritura debe adaptarse a un patrón de ordenamiento diestro o zurdo. Por lo tanto, una buena definición lateral facilitará la asimilación de los procesos implicados en el aprendizaje de las destrezas instrumentales básicas.

En el proceso de lateralización influyen funciones visuales, auditivas, táctiles, sentido espacio-temporal, coordinación visual y motriz y control manual y del trazo. Por lo tanto, en la etapa de educación infantil el desarrollo de la función visual, auditiva, psicomotriz, lateralidad y orientación son aspectos educativos de primer orden.

Son diversos los estudios que demuestran que la lateralidad y la lectoescritura están íntimamente relacionados. Por ejemplo, Santiuste Bermejo, Martín Lobo y Ayala Flores ( 2006), mostraron que existe relación entre los problemas de aprendizaje y aspectos como la mala adquisición de la lateralidad , los problemas de orientación espacial y las dificultades de discriminación entre izquierda y derecha.  

Por su parte, Antolínez López, (2013) afirma que adquirir una buena lateralidad evitará futuros problemas en el desarrollo de la lectoescritura, en el dibujo y en el desarrollo motor, además de dificultades en el proceso de aprendizaje en la etapa de Educación Primaria. 

La lateralidad corporal es una consecuencia de que nuestro cerebro es funcionalmente asimétrico. Una de las teorías más populares sobre las diferencias entre los dos hemisferios es la que considera que  el hemisferio derecho estaría especializado en un tipo de procesamiento global, percibiendo la información en su totalidad, mientras que el hemisferio izquierdo procesa la información de forma más concreta, analítica y secuencial, poniendo especial interés y amplificando los detalles. Pero será la relación y coordinación entre la actividad y estilo de procesamiento de ambos hemisferios de manera conjunta lo que posibilitará la integración de la información para su comprensión, favoreciendo con ello el aprendizaje en general.

De esta manera, en el proceso lector intervendrá la convergencia binocular, ambos hemisferios cerebrales, el cuerpo calloso y las estructuras parietales. El hemisferio dominante se encargará de realizar la decodificación de la palabra, actuando las áreas occipitales, mientras que el otro hemisferio relacionará toda la información que se ha obtenido por la vía visual y el cuerpo calloso. Las áreas parietales integrarán los aspectos globales del hemisferio derecho y los analíticos del hemisferio izquierdo.

En cuanto a los procesos de escritura, el área cerebral en la que recaiga el peso de actuación, dependerá del tipo de actividad que se realice. Por ejemplo para copiar un texto intervendrán las áreas visuales y occipitales, para realizar un dictado las áreas temporales y para partir de una idea intervendrán las áreas frontales.

ÁREAS IMPLICADAS EN LATERALIDAD
Lóbulo frontal
Lóbulo parietal
Lóbulo temporal
Lóbulo occipital
Cuerpo calloso
Pensamiento y autocontrol
Información táctil, sensorial y pensamiento
Audición, fonética, lectura, escritura
Visión: palabras, frases, líneas.
Informaciones de ambos hemisferios

A la hora de plantearnos el trabajo de la lateralidad con este recurso de robótica, potenciaremos el diseño de actividades que nos ayuden a activar la función del cuerpo calloso, para la integración de lo lineal y lo global, de la lógica y la abstracción.

  • Diseñando actividades con las alfombras/tapetes que desarrollen la orientación espacial y que trabajen conceptos como; Cerca–lejos, Izquierda–derecha, Arriba–abajo, Encima–debajo, Dentro–fuera, Delante–detrás.

  • Propuesta de actividades que requieran la realización de trazos de líneas en distintas direcciones y posiciones, así como movimientos oculares de izquierda a derecha,oblicuamente y arriba-abajo, planificando la ruta/recorrido que debe seguir el robot para completar el reto. Teniendo siempre presente que no hay una solución única.

  • Propuesta de retos de programación direccionales que impliquen el diseño de diferentes recorridos con mayor o menor dificultad. Comenzando por recorridos sencillos con un nivel de dificultad bajo y secuencias de programación cortas, para posteriormente ir aumentando la dificultad, con secuencias de programación más largas y sujetas a determinadas condiciones (casillas prohibidas, obstáculos, imposibilidad de avanzar en una dirección concreta, repetición de movimientos y comandos, etc…), presentando dificultades que obligan al alumno a razonar y pensar cuál es la solución más óptima.


De manera complementaria al uso de robots de suelo, también podemos utilizar tarjetas de programación para crear secuencias que deben ejecutar los alumnos y alumnas como si fueran robots, desplazándose por el espacio, y tomando conciencia de la lateralidad en su propio cuerpo.



Fuentes:
Pradas Montilla, Silvia (2016). Neurotecnología educativa. La tecnología al servicio del alumno y del profesor. Catálogo de publicaciones del Ministerio: mecd.gob.es
Reina Herrera, Marta (2017). Robótica Educativa Curricular. Grupo Edelvives 

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